¿Por qué el jardín? de los alumnos del SITH2011

RESUMEN DE MI HISTORIA
por Jacqueline Konrad K

Para comenzar la historia tenemos que remontarnos a los años 70. Durante toda la infancia y adolescencia tuve la suerte y gracia de vivir en el campo. Donde el campo es naturalmente verde. Donde la lluvia es el riego natural de esa inmensa vegetación que tenemos en el sur de Chile. Esa infancia y adolescencia se desarrolló en Puerto Fonck. Ribera norte del lago Llanquihue.


Recuerdo que desde muy pequeña nos gustaba ,a mis hermanos y a mi, andar a "patita" sobre el pasto con rocío. Jamás nuestros padres nos negaron esa posibilidad. Ahora de "grande" entiendo que esto también es terapia ya que asi podemos descargar energías negativas.

Recuerdo tan bién la inmensa huerta que mi madre tenía. Osorno ,que es la ciudad más cercana ,queda a 60 kms., en esa época el camino era de ripio, y para qué decir como quedaba el camino con tanta lluvia.......... Gracias a esto teníamos que ser autosustentables en cuanto a la alimentación. Teníamos pollos, gallinas, patos ,gansos, chanchos, ovejas, vacas, bueyes y un toro. La época de parición de las vacas era fantástica, podíamos pasar horas esperando que naciera el ternerito.

Obviamente tomamos leche de vaca toda la vida, además hacíamos queso y mantequilla. Digo "hacíamos" ya que nosotros "los chicos" formábamos parte en todos los procesos. Incluso ayudábamos a hacer chicha dulce de manzanas. Cada uno tenía una tarea.

Creo que teníamos todas las variedades de manzanas que existen, (tal vez exagero un poco) pero mi abuelo paterno injertaba frutales, asi teníamos manzanas con sabor a limón y otras con sabor a pera. Las peras y ciruelas tenían tanto jugo que al comerlas terminábamos con la polera manchada con fruta. Pero valía la pena, jamás he probado en otra parte del planeta frutas como las de mi infancia. Para que hablar de las frambuesas, frutillas y moras. En el sur llamamos murras a las moras.

Teníamos "chipe libre" para ir a comer frutas y verduras cuando quisiéramos. Incluso recuerdo ir con mis hermanos a comer cerezas antes del almuerzo. Para alcanzar las cerezas nos subíamos por el tronco del árbol y de ahí nos subíamos al techo del gallinero. El techo era de latas de zinc y teníamos muy claro que sólo debíamos pisar donde estaban los clavos. Eran esas cerezas corazón de paloma exquisitamente grandes.Esos cerezos daban mucha fruta, me imagino que estaban muy bién abonados con tanta ave y tanto animal.

Recuerdo que las frutas jamás las lavábamos antes de comerlas. También teníamos un invernadero ya que el clima es bastante helado;creo que sin invernadero no podríamos haber tenido tomates. Eran tomates con mucho sabor y olor a tomates, tenían mucho jugo. Muchas veces los comíamos en la huerta con la mano, como si fueran manzanas.

En invierno comíamos frutas en conserva y manzanas de guarda.

Verano e invierno disfrutábamos de la naturaleza. Era muy entretenido despertarnos en invierno, ponernos las botas(de goma) y bién abrigados salir a romper las posas que estaban congeladas, que inocencia y que maravilla........una vez que ya no nos quedaban posas, tomábamos las bicicletas y pasábamos horas muy entretenidas pedaleando. No nos importaba si llovía o no y recuerdo que tampoco nos daba frío. Cuando llovía mucho nos íbamos al bosque a jugar con las lianas. El bosque era tan tupido que no entraba la lluvia. Recuerdo ese olor a humedad del bosque nativo.....

En el jardín mi mamá tenía una jardinera de unos 12 mts. de largo como por 60 cms de ancho y 70 cms. de alto. En algún minuto ,mis 2 hermanos chicos y yo nos "tomamos" la jardinera. A cada uno le correspondía un tercio del terreno y por supuesto era el "fundo" de cada uno.Además teníamos nuestros autos de juguete para recorrer e ir a visitar al otro hermano.Yo tenía un jeep y una casita rodante. Cada uno se preocupaba de su "terreno", teníamos que mantenerlo limpio, sin maleza, teníamos que preocuparnos de las flores y plantas que allí crecían, mantener los pequeños cercos, y hacer las casas y estacionamientos. En esta jardinera teníamos flores más bién chicas como las amapolas, pero en el resto del jardín se destacaban las plantas grandes como los rododendros, azaleas, camelias, abedules, magnolios,aralias,dafne, himalayas y cuantos más. Qué aroma más rico el de la dafne y del himalaya!

En ese tiempo no regábamos nunca, no era necesario, teníamos la ayuda de San Isidro. Pero el clima ha cambiado y estos últimos años han tenido que regar en verano.

El agua es de pozo, se usa para tomar, lavar, regar, etc. Es una zona privilegiada con respecto al agua. Se encuentra agua a muy pocos metros de la superficie. Además hay muchas vertientes y esteros. Esto me recuerda que en verano muchas veces nos mojábamos primero con el agua helada del estero y luego nos bañábamos en el lago. La idea era sentir "calentita" el agua del lago.

Generábamos muy poca basura, se reciclaba todo lo que se podía. Lo que sobraba de la comida se lo comían los perros ,y los restos de verduras o vegetales se lo comían los chanchos. A propósito de chanchos, cada vez que paría una chancha, nuestra "obligación" era bautizar a los chanchitos. Con mis hermanos hacíamos un hoyo en la tierra ,bajo las tablas de su corral, y los "pequeñitos tentados" se escapaban. Una vez que estaban fuera del alcance de su madre, los tomábamos los mojábamos y les poníamos un nombre. Gritaban mucho,por lo que el trámite de bautizo debía ser breve. El problema era que todos tenían el mismo color, todos eran blancos, asi es que los confundíamos, y al final daba lo mismo el nombre de cada uno.

Otra actividad entretenida de verano era acompañar a mi papá a enfardar. Nos colgábamos del fardo y caíamos junto con el al suelo, luego juntábamos varios fardos y hacíamos casitas. Todo esto mientras mi padre seguía enfardando.

Mi abuela materna, que vivía en el campo colindante, se preocupó de su jardín y huerta hasta el día de su partida.......

En resumen, doy gracias a Dios por la infancia y adolescencia que me dió .



Jacqueline Konrad K.